El Timex MK1 es prueba viviente de que estamos en una época dorada para los relojes asequibles, y pocas marcas —si es que hay alguna— encarnan el espíritu de estos tiempos con la misma consistencia diaria que Timex. Además de contar con un repertorio lleno de éxitos discretos como el Easy Reader y el Ironman, la marca la está rompiendo absolutamente en todo: desde relanzamientos vintage (Marlin, Timex Q), colaboraciones acertadas (Todd Snyder, Noah), interpretaciones modernas de alta gama (Giorgio Galli S2), y un montón de esferas de Snoopy imposibles de resistir.
Pero justo cuando pensabas que el tanque creativo de Timex ya debía estar por agotarse, la marca estadounidense lanza, de manera muy sigilosa, una actualización completa de una colección poco conocida que te va a tentar —mejor dicho, te va a obligar— a presionar ese botón de compra rápida otra vez.
Hablamos, por supuesto, del Timex MK1, la colección de relojes tipo field con inspiración vintage de Timex. Porque a partir de esta semana, el MK1 está disponible en nada menos que cinco versiones nuevas con mucho estilo: desde un par de modelos alegres y superaccesibles —por debajo de los 100 dólares— en resina amarilla y naranja, hasta una versión más seria (aunque igual de asequible) en acero inoxidable con movimiento manual.
A simple vista, las líneas limpias de estos relojes, sus números de inspiración vintage y sus correas de nailon Cordura los posicionan de inmediato como el complemento perfecto para prácticamente cualquier prenda de tu guardarropa casual (y más aún con la opción de una caja de 36 mm, un tamaño universalmente favorecedor). Pero, como muchos de los recientes aciertos de Timex, el MK1 también tiene una historia interesante detrás de su diseño.
Un reloj para enamorarlos a todos
Los relojes militares —también conocidos como field watches— nacieron por necesidad. Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, los soldados requerían algo más práctico que los tradicionales relojes de bolsillo: un instrumento resistente, legible de un vistazo y capaz de soportar las condiciones más extremas. Fue así como surgió un diseño funcional que, sin buscarlo, se volvió un ícono: carátula negra, números blancos grandes, marcadores de 24 horas, una correa de nailon o cuero fácil de reemplazar y un movimiento sencillo pero confiable. Más allá del combate, esa estética honesta, sin pretensiones, se ganó un lugar en la vida civil por su versatilidad, simplicidad y encanto retro.
A principios de los años 80 —según cuenta la leyenda—, Timex creó un reloj para el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Tenía la misma forma básica que prácticamente todos los relojes tipo field modernos desde la Segunda Guerra Mundial: carátula negra, números blancos sin serifas, escala de 24 horas y un mecanismo simple de cuerda manual. Pero este modelo tenía una diferencia clave. En lugar de una caja de acero inoxidable, el MK1 utilizaba una de plástico duro, una característica que abarataba su producción sin sacrificar la durabilidad en el campo. El resultado, según los investigadores de Hodinkee, fue el MIL-W-46374B, una pieza que hoy es de colección y que alguna vez se vendió en tiendas militares PX de todo el mundo.
Timex cambiaría poco después los movimientos mecánicos por otros de batería —más baratos y confiables—, lo que convirtió al MIL-W-46374B en uno de los últimos modelos de cuerda manual de Timex en el siglo XX. Eso hace que el MK1 moderno sea el heredero de un capítulo fascinante en la historia de la marca, y el más reciente en una larga lista de éxitos que refuerzan la reputación de Timex como el mejor lugar para conseguir un buen reloj sin gastar una fortuna.
Y eso es, justamente, lo que hace tan especial al Timex MK1: no se trata solo de un diseño atractivo ni de una ganga inesperada, sino de un reloj con alma. Lleva en su ADN una historia de utilidad, de practicidad y de estilo sin esfuerzo. No necesita presumir para destacar. Es el tipo de reloj que usas todos los días sin pensarlo mucho, pero que, cuando te lo quitas, sabes que vas a volver a buscar. Un reloj que no solo da la hora, sino que —como los mejores objetos cotidianos— te acompaña en la vida real. Y eso, en este mundo acelerado y a veces superficial, vale más que cualquier precio en la etiqueta.
¿Cuánto cuestan y dónde comprar los nuevos modelos Timex MK1?
Los nuevos relojes Timex comienzan a partir de los 1,900 pesos mexicanos para los Timex MK1 36mm Fabric Strap Watch; 6,250 pesos para los Timex MK1 Automatic 40mm Fabric Strap Watch, y 5,550 pesos para el Timex MK1 Hand-Wound 36mm Fabric Strap Watch. Todos los relojes ya se encuentran a la venta en el sitio en línea de la marca, y pueden ser adquiridos en puntos de venta físicos seleccionados.
Artículo publicado originalmente en GQ US.